En
esta oportunidad les vengo a traer una nueva sección de este blog, llamada
“Libro de Viaje” o “Anécdotas” donde les iremos narrando, las historias de
nuestros viajes, o míos en particular, que he andado por todos lados, por más
de veinte años usando el querido colectivo, he visto y vivido de todo arriba de
un colectivo, cosas buenas y malas, como todo, pero que sirven de vivencias, de
cosas que por ahí para la mayoría de la gente, tomar un colectivo es lo más
normal del mundo, porque no lo ven con nuestros ojos de fanáticos del
colectivo, ahora llamados “buseólogos”.
Con
esta historia, los quiero animar para que cuenten la suya, sus vivencias como
pasajeros, observadores, trabajadores del transporte o simples opiniones y
narraciones de lo que ven, en su barrio, su ciudad. Todo lo que puedan contar
será bienvenido, porque todo lo que vemos a nuestro alrededor es cultura y
enseñanza, solo hace falta prestar atención y ver como las cosas van fluyendo.
La historia
de hoy se titula:
“Una vuelta atípica allá por el año 2000, en
un 54”.
Hola soy Juan P. Correcher, y he viajado mucho desde hace ya más de 20 años, y tuve la oportunidad de viajar por muchos rumbos, Capital, Gran Buenos Aires, Tucumán, San Luis, Formosa, Corrientes, Resistencia, Mar del Plata, Rosario, Colonia de Sacramento, Tandil, Tres Arroyos, pequeños pueblitos de Buenos Aires, que me han dejado gran cantidad de historias para contarles. Hoy les cuento una muy especial y atípica, como lo cuenta el título.
Allá
por el año 2001, empecé a estudiar en el Instituto Superior de Turismo Nº 173
de la ciudad de Lomas de Zamora, y eso abrió en mi vida un mundo nuevo,
conociendo gente, nuevas actividades, entretenimiento, trabajo, y sobre todo
comenzar a viajar todos los días bien lejos, casi dos horas de viaje, claro yo
vivía en La Matanza. Todo comenzó cuando leyendo la Guía del Estudiante
encontré la carrera de Licenciatura en Turismo, y como un colega que trabajó en
la Guía Lumi, a la que les hice dibujos de colectivos allá por 1996 a 2000,
llamado Luis Espinosa, había hecho esa carrera.
Un
día me decidí a ir a conocer el edificio del Instituto, y sin saberlo sufrí uno
de los viajes más atípicos de mi vida, en el año 2000, una tarde soleada de
septiembre, llegué a San Justo por Ruta 3 y me fui a la parada del entonces 54
o 51 ex 54, que prestaba la empresa Expreso Cañuelas, lo esperé bastante
tiempo, no recuerdo si llegué a esperarlo como media hora, pero ahí llegó un
penoso OA101 carrozado por El Detalle, interno 3xx, la centena que identificaba
a los coches de la 54 dentro de la empresa.
Había otra opción para viajar, que era el 338, de Transportes
Automotores La Plata, la mítica “costera”, pero sabiendo que era más cara, y no
sabía cada cuanto pasaba, me tiré el lance con el 54, que ya sabía que su
frecuencia no era excelente ni mucho menos, pero no sé porqué preferí tomar
ese.
Para
los que no conocieron a esta gran linea 54, comenzó siendo la linea 223
provincial a cargo de la Empresa General Roca, tradicional empresa de la zona
Sud, con colectivos pintados de amarillo y rojo, su recorrido iba desde Puerto
Nuevo a Ramos Mejía, que lo cumplía en un tiempo de 2 horas y media, con una
frecuencia aproximada de 15 minutos, claro tenía servicios cortos a San Justo,
Cruce Lomas, y Estación Lomas, en sentido hacia Provincia, hacia el otro lado
cortaba en Avellaneda, Lanús y Lomas. En 1993 pasó a manos del Expreso
Cañuelas, que repintó los colectivos de la Roca con sus propios colores. Su
recorrido era básicamente en forma de una “C” gigante que salía de Puerto
Nuevo, pasaba por Retiro, Puerto Madero, Boca, Puente Avellaneda, Dock Sud,
Avellaneda, Lanús, Lomas de Zamora (todo por Pavón) y por la calle Molina
Arrotea salía al Parque de Lomas, Camino Negro, Cruce Lomas, Camino de Cintura,
entraba hasta la Plaza de San Justo y volvía a Ruta 3, Avenida San Martín hasta
Ramos Mejía. Hoy ese recorrido ha sido dividido en tres partes, entregado a las
lineas 33, 165 y 406. El 33 hace el tramo Puerto Nuevo - Remedios de Escalada,
llamada la 33 “roja”, la 165 la fusionó con su ramal “3 por San Martín” que
salía de Pompeya, y utilizaba el ramal “Por Oliden” de la 54 llegando a Monte
Grande, y finalmente la 406 se quedó con el tramo que iba desde Lomas hasta
Ramos Mejía.
Volviendo
a la anécdota, Relajado a disfrutar de un viaje largo y placentero, tipo 1 de
la tarde, donde no hay tanta gente, el colectivo iba con poco pasaje, y me
senté en los asientos del lado de izquierdo, que son simples y no dobles, justo
a la altura de la puerta del medio, pocos asientos ocupados, pero siempre me
gustó o bien, viajar en el primer asiento junto a la puerta de ascenso para ver
por el parabrias y ver como manejaba el chofer y el tráfico, o cerca de la
puerta de descenso, para salir rápido, y no chocar con todo el pasaje que va de
pie.
Y
entonces el querido 54 salió a la Ruta 3 por Almafuerte, giró la Rotonda de San
Justo, y tomó derechito por el Camino de Cintura, y a los 5 minutos de ir
viajando, comenzó lo atípico del viaje, justo delante de mí iba una mujer bien
vestida como si fuera secretaria, que tenía un bolso, de la nada aparece un
muchacho, que yo no se de que lado vino, le arrebata el bolso y se baja, justo
en la parada de los monoblock frente a ese momento los Cuarteles de La Tablada,
hoy allí hay un supermercado, ese barrio siempre tuvo fama de “fulero” y
“jodido” y bien ganado se lo tiene, por dios. Cuestión que la señora empieza a
los gritos, “me robo, me robo”, el colectivero freno la marcha, y miramos todos
a ver a donde fue, ya se había metido entre los edificios, entonces la señora
decía que tenía documentos importantes, de negocios y de trabajo, y el chofer
amablemente, era “un pan de Dios”, le dijo que la llevaría hasta un puesto
policial, entonces se desvió del recorrido, y tomó la vieja Ruta 21 llegando a
la Rotonda de Querandí y dejó a la señora junto a un patrullero que hacía un
control. Entonces el colectivero nos dio un paseo por toda Ciudad Evita,
volviendo al Camino de Cintura por cerca del Puente 12, retomando su recorrido
hacia Puerto Nuevo.
Allí
pasó el Puente 12, las piletas de San Remo, Ruta Sol y al menos de 2 kilómetros
de recorrido el colectivo sufrió problemas y se le cortó la correa de
distribución y, todos abajo! Allí quedamos todos los pasajeros, y el chofer nos
explicaba del flojo mantenimiento que le daban a los coches, ni reloj para
saber la temperatura del motor tenían, que la empresa era malísima y que los
choferes estaban enojados con los dirigentes, le pidió el celular a un
pasajero, en ese momento, solo los afortunados tenían un celular, hoy es tan
común. Llamó a la empresa para pedir un auxilio o si le mandaban otro coche,
preguntándose, en cuanto tiempo vendría el coche de atrás. Le dijeron que no
tenían coche disponible. Cabe destacar que la empresa estaba por Camino de
Cintura cerca del Cruce de Lomas, a sólo 5 minutos de donde nos habíamos
quedado.
Entonces esperamos como media hora, y apareció otro OA 101 de El
Detalle, modelo igual al que venía viajando. Ya tenía pasaje e iba gente
parado, y pudo soportar al pasaje de nuestro coche quedado. Seguimos viaje sin
problemas hasta llegar a la empresa, que se ubica unas cuadras antes de llegar
al Cruce de Lomas, y allí pasó otra cosa atípica.
Uno de los clásicos OA101 de El Detalle que andaba en la 54, generalmente identificados con el número 51, o ex 54, eran coches de la Empresa General Roca, repintados, pero el color del techo muestra su pasado en la Roca.
Al llegar al control de la empresa había
mucha gente en la puerta, y coches en muy mal estado se apreciaban desde allí,
objetos faltantes, en algunos, que seguramente fueron quitados para poner a
otros coches en servicio. La cuestión es que se acerca un inspector y le dice
que otro coche (el que iba delante del primero que tomé) se había quedado, que
tenía que llevar a esa gente, ya era imposible que subieran, un solo coche
absorbiendo el pasaje de otros dos, y se ve que ése coche misterioso que pudo
llegar a la empresa y dejar la gente allí, venía bastante llenito. Una bronca
debería tener esa gente, que habiendo tantos coches allí adentro, no les
pusieran uno para sacarlos de allí, uno decía que hacía una hora que estaban
esperando, claro el servicio de atrás nunca pasó, se había quedado.
Cuestión, apretujadísimos, viajamos como
pudimos, ni hablar de la gente que dejó a pie desde la empresa en adelante, que
estaría esperando desde hace una hora y media, teniendo en cuenta que los dos
coches anteriores se rompieron, y el tercero no les paró.
Visto
desde mi punto de vista totalmente ajeno al trajinar diario de esa gente y esa
linea, lo vi como algo totalmente atípico y horrendo, y me decía por dentro,
pobre gente, que mal servicio, que abuso.
Al fin bajé y fui a hacer lo que tuve que
hacer. Lo raro fue que fue encontrarme en una ciudad totalmente nueva para mi,
pero yo siempre tuve la ventaja de estudiar el mapa y los transportes antes de
ir a algún lado, y nunca me perdí en ningún, lado, ni siquiera en otras
ciudades del interior, la memoria que por suerte tengo me ha servido bastante.
La dirección que daba en la Guía del Estudiante, era incorrecta, que resultó
ser una “Escuela Argentino-Paraguaya”, pero de buen nivel, salió una maestra y
me dijo que desde hace años se habían mudado a unas cuadras, allí fui, y averigüe lo que tenía que hacer para inscribirme.
Para volver, me dije, quiero
conocer el Puente La Noria y su terminal de ómnibus, claro en ese momento no
había internet, y las fotos de colectivos no eran tan fáciles de encontrar como
ahora, había que vivirlo en carne propia, y me dije, con el 54 ni borracho
vuelvo (igual había planeado mi vuelta en casa, nunca me gustó ir y volver por
el mismo lado, cuando uno hace esos viajes atípicos, quiere aprovechar y
conocer al máximo). Entonces fui hasta la Estación de Lomas de Zamora, donde
salían colectivos de todos los colores, recuerdo ese día sorprenderme con la
linea 550 de Expreso Zamora, de colores extraños, para la zona donde yo vivía,
verde abajo, franja crema tirando al limón y techo azul fuerte, la 561 de
Expreso Lomas, con los colectivos más viejitos de la empresa, los 543 y 544 de
colores oscuros, azul marino, franja roja y techo azul, con colectivos
viejitos, Alcar, Bus, y muchos 1114 El Detalle, Eivar, entre otros, la 540 y 551
de la Kolocias, ex Plaza, los 562 de atractivos colores, de Expreso Malvinas
Argentinas (turquesa, naranja, negro y gris), a la 562 y 561 las usaría muchos
años después con mucha frecuencia, sin saberlo en ese momento, pero eso será
motivo para otra anécdota.
En fin elegí tomarme una de las
mejores lineas del distrito, el 542, de Compañía La Paz-Amador Moure, de color
rojo con techo blanco, y un logotipo de una M dentro de un círculo azul, y la
leyenda “LA PAZ” bien grande, al estilo “PLAZA”, que casualmente componen las
mismas letras en distinto orden. Su flota era la mejor sin dudas, ya estaban
los eternos La Favorita Mercedes OH 1621 de piso bajo, que aun circulan,
Marcopolo Torino 1621, Alcar y Bus con puerta central, eran sus coches más
vistos, creo que no hubo otros en circulación en ese momento, ya que los más
viejos los pasaban a la 553 o la 540-551.
Uno de los tantos Favoritas de piso semi-bajo de La Paz, coches grandes y cómodos, que aun circulan, la linea se reflotó con este tipo de coches que eran mayoría en su flota.
El viaje fue cómodo, expendio de
boleto en la calle antes de subir, me tocó el interno 26, una Favorita, piso
Semi-bajo, con un recorrido bastante fácil y directo entre Lomas y Puente de La
noria, salió de la estación, dio una vuelta por la calle Boedo, la primer calle
luego de Pavón y salió a Columbres, todo derecho a Camino Negro, y allí a la
terminal, un viaje cómodo, el colectivo nunca se llenó, se notaba una excelente
frecuencia, conocida por mi, que la comparaba con el 236 de Empresa Linea 216,
que la usaba para ir a Morón o a Laferrere.
Llegué a Puente La Noria y me
encontré con sorpresas para mí, cuento así por arriba lo que vi, había 21 de
todos los modelos, en ese tiempo era de color azul, con fondo blanco y franjas
rojas, muy linda librea simplificada por DOTA cuando la compró, los 283 de la
Andrade, Alcar y Octaviano pintados de amaillo, con franjita azul, los 306 del
Expreso Esteban Echeverría, los 32 de El Puente, los truchitos de la 532, había
de todo, y la linea que fui a tomar, la 298, en ese momento de Empresa
Bartolomé Mitre, de color verde, crema y rojo, haciendo el recorrido de Puente
La Noria a Morón, lo esperé un largo rato, claro hora de colegio, seguramente
vendría atrasado, les cuento, la parada no me gustaba, había poca gente y muy
abierto, con muchos huecos que no se usaban, terreno bien prestado para que
alguien viniera a robar, más que yo no conocía el movimiento de la zona.
Luego apareció mi preciado 298, un
Eivar Mercedes Benz OF 1214, del cual nunca pude conseguir una foto, y saqué
boleto hasta Gallo y Florencio Varela en San Justo, para combinar con otro
colectivo. El 298 me llevó a pasear por detrás del Mercado Central, Tapiales,
la calle Boulogne Sur Mer, el Cementerio de Tablada, la calle Brandsen, pasó el
cementerio de San Justo, la estación, la plaza y finalmente me bajé. Recuerdo
el boleto que me expendió la boletera, decía como encabezado “Welcome to Bartolomé
Mitre”, cosa más bizarra.
Uno de los tantos Mercedes con motor delantero de la linea 298 a cargo de Bartolomé Mitre, en este caso el coche está bien "armadito", digno para hacerle un cuadro. Mercedes Benz carrocería Bus, OF 1214.
Allí en Varela y Gallo, a tomar mi
querido 174, de la clásica San Bosco, colectivos blancos, con franjones azules
y una franjita verde debajo de la ventanilla, generalmente en el Ramal
“Humboldt” mandaban los OA101 de El Detalle, modelos de la primera generación
que venían de segunda mano con muy poco uso de la empresa Villa Diego de la
ciudad de Rosario, a los que le invirtieron los colores, ya que esa empresa
tenía el verde y azul con fondo blanco en distinto orden; y los OA101 de 1993 y
1995 con puerta en el medio ya clásicos en esta linea.
A esa linea la usaba muy seguido, sus choferes no eran muy buena onda que
digamos, siempre iban corriendo, con el tiempo descubrí que les pagaban por
vuelta, una vergüenza, sus unidades no eran de estreno en el Humboldt, ya que
cuando las compraban las ponían en el Ramal “Castillo”, con mejor piso, y para
competirle al 622, luego 284 de la empresa Almafuerte, con un recorrido igual
entre San Justo y Rafael Castillo. Mientras tanto los coches del Humboldt iban
desarmándose por las calles destruidas del partido de La Matanza, hoy en día
eso sigue igual, aunque los que se van desarmando son los “pumitas” de Plaza,
empresa a la que no le tengo nada de cariño, aunque sus servicios superen ampliamente
a los últimos tiempos de San Bosco, que hacía lo que podía.
Un OA101 El Detalle, de la San Bosco, cuando era cero kilómetro, con el correr de los años su esquema se fue simplificando hasta perder el azul y ser reemplazado por una franjita reflectiva. La foto de Alfrredo De Mugica, publicada en Busarg.
Y viajando parado, ya que era horario de
escuela, en un tramo que ya venía cargado desde la Plaza de San Justo (no se
porqué sabiendo esto, no me bajé en la plaza y tomé allí al 174, igual ya
vendría lleno, supongo). Y así llegué a mi hogar, cansado de tanta vuelta
larga.
Esta ha sido la historia que quería
compartir con todos Ustedes, y tengo muchísimas más que son dignas de contarse,
mis viajes “transcontinentales” de todos los días, en fin tantas cosas que me
voy acordando cuando empiezo a escribir, como en esta ocasión.
Ya saben, si quieren contar su historia y
sus vivencias que tengan que ver con colectivos, o sea, nada de opiniones de
política, religión, fútbol, racismo, insultos, desquitarse con empresas, no no
nada de eso, este es un sitio sano, donde todos compartimos el cariño que le
tenemos al colectivo, tampoco es un espacio para denunciar a las empresas, para
ello hay otros canales, y otras secciones en este blog. La idea de esta sección
llamada “Anécdotas” o “Diario de viaje”, es contar esas cosas lindas o no tanto
que con el correr del tiempo seguimos recordando, porque algo nos dejaron; o
para contar la situación del transporte en las ciudades del interior, como se
viaje en colectivo allí, o cosas atípicas, como en el caso que les conté.
Espero les haya gustado, y pronto prepararé
más historias como ésta.
Si quieren mandar la suya, manden un mail a:
Jupaco2005@yahoo.com.ar y escriban el
texto, que lo editaremos para poder publicarlo, y lo ilustraremos con el
glorioso material fotográfico con el que contamos en el archivo.
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